Problemas para el Dream Team

La selección de baloncesto de Estados Unidos no atraviesa su mejor momento. En los últimos años, a pesar de los constantes triunfos, la formación de la plantilla ha contado siempre con algún contratiempo. El problema principal se debe a la gran cantidad de jugadores que se están borrando de la cita mundialista.

El entrenador estadounidense, Gregg Popovich, anunció en marzo una primera lista de 35 jugadores. Más adelante, ya a principios de julio, acortó y anunció 20 nombres. De esta cifra renunciaron a su cita los siguientes jugadores: Beal, Davis, Harden, Harris, Lillard, Love, McCollum, Millsap, y Redick.

La mayoría de estos atletas americanos tomaron la decisión de no ir al Mundial porque preferían descansar bien de cara a la nueva temporada. Alguno como Kevin Love, ha atravesado una difícil situación debido a una lesión que le ha tenido un tiempo apartado de las canchas. Anthony Davis no ha tenido su mejor año por problemas con su club, y ha decidido centrarse en su futuro con los Lakers. Otros como Harden, Lillard, o Redick, han acabado fatigados y han optado por tomarse un respiro.

De los últimos 20 jugadores que fueron convocados por Popovich, solo han confirmado su asistencia 11 de ellos. Harrison Barnes, Drummond, Kuzma, Brook Lopez, Lowry, Middleton, Donovan Mitchell, Tatum, Tucker, Myles Turner y Kemba Walker se mantienen en la lista.

Debido a las numerosas ausencias, el técnico nacido en Chicago se vio en la obligación de comunicar una tercera convocatoria. A los 11 jugadores ya mencionados se unirán los siguientes: Jaylen Brown, Mason Plumlee, Julius Randle, Marcus Smart, Thaddeus Young, y Bam Adebayo.

Dentro de este nuevo equipo, la mezcla de jugadores expertos y novatos es llamativa. Jugadores como Barnes, Drummond, Lowry, Middleton, Myles Turner o Kemba Walker ya son alumnos avanzados. Estos ya han estado presentes en alguna otra ocasión vistiendo la elástica americana.

Por su parte, son varios los jugadores que se estrenan dentro de las filas estadounidenses. Adebayo, Plumlee o Young defenderán por primera vez los colores de su país.

A pesar de todos los rompecabezas que vive el conjunto estadounidense, el optimismo se mantiene intacto. Popovich confía en la labor de sus pupilos, y está convencido de que lograrán el objetivo. Aun así quieren evitar cualquier susto, ya que todo lo que no sea un oro para Estados Unidos sería una sorpresa.